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lunes, 3 de octubre de 2011

Capitalismo, una historia de amor...


 “…la libertad económica es un requisito para la libertad política, ya que la combinación del poder político y económico en las mismas manos es una combinación segura para llegar a la tiranía…” Milton Friedman

El capitalismo, es un sistema socio-económico que ha otorgado la posibilidad de generar un ambiente propicio para la “libertad”. Libertad de empresa, libertad de competencia, libre obtención de beneficios, libre mercado, la libertad a la propiedad privada. Sin embargo, su gran defecto es que quien vaya en contravía del sistema tiene pocas probabilidades de sobrevivir, es decir, que el sistema dictamina que, quien  no sea capaz de generar sus propios recursos a través de su trabajo, va a ser excluido, realmente el Estado netamente capitalista ha demostrado su incapacidad para generar bienestar a la sociedad, en la medida que el país en el cual se aplique este sistema sea visto como una empresa y no como una sociedad.

Estamos inmersos en un sistema donde desde pequeños nos estamos preparando para ser alguien en la vida, lo que se traduce en estudiar toda la vida si es posible, trabajar desde muy jóvenes, si es necesario estudiar y trabajar al tiempo, esto con el fin de amasar la mayores posibilidades de tener dinero en el futuro. Todo el tiempo estamos en función de la economía, somos una herramienta de la economía, más no lo contrario, como debería ser.
El capitalismo se nos ha inculcado tan a fondo que los ciudadanos apoyan un sistema que los empobrece y aniquila porque se les ha hecho creer que ellos podrán, algún día, llegar a ser igual de ricos que aquellos que se aprovechan de ellos. Se les ha hecho creer que, si no lo han alcanzado, es por su culpa: porque no han luchado lo suficiente o porque son inútiles, lo cual crea una frustración que suma a la pobreza.

Entre más avanza la sociedad, más es la necesidad de ser productivos, todo el tiempo nos están diciendo, hay que trabajar lo antes posible para que cuando seas  profesional puedas conseguir un mejor empleo, y puedas tener una mejor remuneración y puedas comprar una  casa, un mejor carro, comprar el ultimo televisor…
Y entonces donde está la parte de la vida donde se disfruta más y se piensa menos en ser productivos? Será que la razón de la vida es salir a trabajar y vivir en función del trabajo? Por qué ese frenetismo, esa necesidad de consumo. Es porque así está diseñado este sistema, donde entre más tengas, más vales.

En este punto de la vida nos resulta difícil pensar en vivir en Cuba e incluso en Venezuela, donde la libertad es restringida, donde no podemos consumir todo aquello que estemos en la capacidad de adquirir, donde no tenemos libre acceso a la información, donde básicamente nuestra libertad de decisión realmente llega hasta donde el Estado lo permite. Pero es inevitable preguntarse, si realmente este sistema tiene más sentido, y es que el ser humano solo necesita lo básico para vivir, alimento, vestimenta, recreación. Sin embargo, es natural que una vez satisfechas las necesidades básicas surjan otras, y es aquí donde nace todo este embrollo. Nos hemos creado necesidades, algunas superficiales, como tener el ultimo Ipod, otras tan interesantes y necesarias como el internet lo cual representa el acceso a la información. Nuestra incapacidad de vivir en una sociedad diferente a la capitalista yace en que ya estamos impregnados del consumismo, y es la única manera que concebimos el mundo.

Sin embargo, con todo esto, no podemos desconocer que el capitalismo es un sistema que aparentemente ha funcionado un poco más que los otros sistemas socioeconómicos, esto en términos reales, y con reales me refiero, al contexto en que vivimos y no a la utopía mencionada anteriormente, como lo citó Marx en el Manifiesto comunista de 1848, en el cual reconoció expresamente que el capitalismo propiciaba un enorme crecimiento económico y un progreso social revolucionario.

El capitalismo genera riqueza, la posibilidad de tener un bienestar. Bien conocido es el caso de EEUU, que con su sistema capitalista en pleno auge, procuró grandes riquezas y poderío a nivel mundial. El lado oscuro de este esplendor fue la manera en la que se acumuló tal capital, a costa de la guerra, en la que sus principales competidores estaban destruidos.
Lo ideal es no solo generar riqueza individual, sino también procurar la mejora de la sociedad. En la medida que la oferta y la demanda interactúan bajo el poder de la mano invisible, el mercado se ve beneficiado, ya que se garantiza el bienestar de todos.

La “libertad” mencionada anteriormente, puede tener connotaciones negativas en la medida que, permita por ejemplo, a los entes económicos cometer atropellos para obtener beneficios, atropellos tales como enriquecerse a costa de la vida de las personas, generar empleos mal remunerados, en su defecto desempleo, destrucción sindicatos, propiciar un ambiente para el endeudamiento familiar, baja explotación, entre otros.

El capitalismo es un sistema que no procura el bienestar de toda la población, es un sistema excluyente y su mal  es el consumo excesivo, tal es el consumismo y el deseo de riqueza que el sector financiero de EEUU fue capaz de convencer, a través de los medios, a las personas de clase media de hipotecar sus casas, para sacar provecho de ellas, desatando una crisis que tuvo repercusiones a nivel mundial, con cuál objetivo? Enriquecerse a costa de los contribuyentes más pobres.
Tal y como se plantea en la película, el amor de Estados Unidos por el capitalismo era hace unos años un amor inocente, pero ahora cual es el precio que paga por dicho amor, el precio que tienen que sufrir las familias normales y corrientes al ver esfumarse sus casas, sus ahorros y los 14.000 puestos de trabajo perdidos cada día.  
Claro está que el capitalismo ha fallado, que algunos han hecho trampa con respecto a él; y sí  se rechazaban otros sistemas era porque permitían una fácil corrupción de sus líderes, pero éste también conlleva esos problemas y otros.
En lo personal, no creemos que la solución deba ser sustituir al Capitalismo por la Democracia,  como lo plantea Moore, porque no es un sustituto, la Democracia no es un sistema económico es algo que puede convivir con él, aunque se trata de la  imposición de la voluntad del gobierno al resto de las clases sociales, para mantener lo fundamental: La propiedad privada sobre los medios de producción y el modo de producción capitalista. Lo que si debe haber es un intervencionismo que permita la existencia de una planificación económica y que supla la necesidad de regulaciones económicas desde el poder político sin dejar de lado el deseo popular expresado a través del proceso democrático.
Sin embargo, lo mencionado anteriormente se convierte en utopía, ya que el capitalismo y la democracia juntos no han dado buenos resultados en pro del bienestar social, la experiencia muestra que los mercados concentran riqueza en las manos de una minoría, mientras que la democracia aumenta el poder político de la mayoría empobrecida. Podemos mencionar el contraejemplo de lo que debería ser y tal es el caso de Chile, en donde la única manera de crecer y al mismo tiempo distribuir mas equitativamente los beneficios de la globalización, es adoptando un capitalismo competitivo y fiscalmente responsable,  evitando que la riqueza se concentre en manos de minorías nacionales o capitales extranjeros.

Para finalizar, definimos al capitalismo como un sistema económico con imperfecciones, sin embargo, es un sistema que no es tan malo como tal, lo malo es no saberlo emplear;
Tenemos la firme convicción que los seres humanos necesitamos ganarnos las cosas, es decir, trabajar para ganarnos el pan, la vivienda. Sin esta necesidad no habría fuerza productiva. En un sistema como el comunista, donde todo era proporcionado por el Estado, no funcionó porque al proclamar la igualdad se garantizo la equitativa repartición de la riqueza, pero lo que en realidad hizo el comunismo fue dormir el instinto de supervivencia que lleva a cada individuo a buscar una vida mejor aniquilando toda forma de progreso, esto sumado a la solidaridad colectiva que también fue destruyendo el sistema en la medida que los bienes públicos eran de todos pero en realidad nada era de nadie, y en consecuencia no les importaba robarle al Estado o abusar de los servicios ofrecidos llevando a la escasez propia del sistema.
Tal es el ejemplo, de los recursos naturales que si no se cobraran ya los hubiésemos mal gastado. 


En contraparte vemos que hay formas de capitalismo que pueden funcionar, no siempre la motivación es enriquecerse sino, procurar el bien de todos, y vivir cómodamente, como es el ejemplo del Capitalismo de países nórdicos, que siendo sociedades con buena fuente de riqueza aplican un principio de igualdad por medio de un capitalismo productivo combinado con amplios servicios de asistencia social. De igual manera, los países nórdicos mantienen un equilibrio entre el colectivismo generalizado y un alto grado de libertad individual. De este modo, en países como Noruega o Suecia, los ciudadanos pueden confiar en que sus Estados les ayudarán cuando lo necesiten, algo que no sucede en otros países. [1]

Finalmente podemos decir que somos partidarias de que la mejor manera de dirigir un país es mediante un sistema mixto, algo muy parecido al sistema chino, donde el sistema económico es básicamente capitalista, pero en lo social se rige por una especie de comunismo.
Es un hecho, que los servicios sociales no se pueden delegar a empresas privadas, ya que estos no deberían ser servicios con ánimo de lucro. Es por esto que el Estado debe ser quien provea ciertos recursos y sea el regulador y proveedor de bienestar de la sociedad.

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