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Somos estudiantes de Comercio Exterior, de la Universidad del Valle. JULIANA BELTRAN KELLY ARAGON JENNIFER FRANCO ELIANA GIRALDO DIANA BOLIVAR

martes, 7 de febrero de 2012

ÁFRICA DESPIERTA: JENNIFER FRANCO


ENSAYO ÁFRICA DESPIERTA

No quisiera solo hablar en este ensayo de las dificultades que ha tenido el continente Africano a lo largo de su historia, pero sí creo conveniente traer a colación algo de su pasado que refleje el África de antes dando paso al despertar del que se conoce como el tercer continente del mundo por extensión territorial y cuna de la humanidad debido a que fue el lugar donde comenzó la vida humana además de ser el hogar de algunas de las plantas y animales más increíbles en el planeta, sin olvidarnos tampoco de la asombrosa gente y las culturas que allí viven.
Es imposible poder resumir la gran historia de todas las naciones Africanas en un párrafo. De hecho, África es el continente con la historia humana más larga. Sin embargo solo mencionaré que a partir del siglo XVII se inició la repartición colonial de África y el tráfico de esclavos a manos de las potencias europeas, en esta época los imperios coloniales se extendieron más rápidamente en África que en cualquier otro lugar del mundo, este nuevo imperialismo se generó por la necesidad de los países europeos de obtener materias primas para el rápido crecimiento de su producción manufacturera después de la Revolución industrial . Durante el régimen colonial los europeos explotaron los productos más fáciles y más provechosos de extraer, como el oro, el marfil, maderas y fibras textiles, luego lo más codiciado pasó a ser el petróleo, los diamantes y la minería en general. 
Aunque para ese entonces ya había cuatro países independientes en África (Liberia, Sudáfrica, Egipto y Etiopía) Libia se convirtió en la primera colonia africana en lograr su independencia, en 1951, a la que seguirá la de Ghana en 1957. Más adelante las potencias europeas lamentaron este hecho, pues contribuyó a desencadenar las diferentes luchas por la independencia africana. Además perdieron su última oportunidad de construir estados de estilo europeo en el litoral sur del Mediterráneo. Paradójicamente las consecuencias de esta descolonización fueron más negativas que positivas, ya que por ejemplo la explotación de las riquezas de estas colonias dificultó su desarrollo lo que las obligaba a depender económicamente de las potencias teniendo que incurrir en deudas posteriormente a la descolonización para poder pagar sus importaciones de productos manufacturados, sumado a esto se dieron importantes luchas internas ya que en las fronteras no se tenían en cuenta las peculiaridades de los pueblos autóctonos lo que generó inestabilidad política, logrando que los presupuestos se gastaran en armamento. Además el crecimiento demográfico, la pobreza y el hambre aumentaron, y hubo pérdida de los valores que han caracterizado la cultura africana debido a la influencia del modo de vida occidental.  
No obstante, y en mi opinión, la descolonización pudo haber sido el propulsor para que los países del continente africano hicieran el intento de modernizar sus industrias, para lo cual debieron endeudarse con los países desarrollados puesto que la maquinaria que compraban era más cara que los productos que vendían, estaban inmersos en una economía mundial donde el pez más grande era el que sacaba el mejor partido y esto se evidenció cuando los países industrializados redujeron el volumen de sus importaciones afectando a los países subdesarrollados que vendían materias primas y que tuvieron que bajar sus precios para que en cambio, los productos industriales que debían importar se encarecieran.
Lo anteriormente mencionado llevó al África de hoy a ser tan diversa en términos de desarrollo como lo es en cualquier otro de sus aspectos. En ciertas partes de África como en la Ciudad de Cabo, Sudáfrica, se pueden encontrar rascacielos e industrias modernas, mientras que en otras como en el desierto del Kalahari, en el sur de África, se encuentran  tribus de cazadores-recolectores que viven de la misma manera que hace 20 mil años.
Para dar un brochazo de la economía africana actual es necesario mencionar que el 60% de los trabajadores africanos se ocupa de actividades rurales, y el 80% de lo que África exporta son materias primas, siendo a su vez los productos industrializados los que representan casi la totalidad de sus importaciones. Solo el 15% está empleado en el sector industrial, siendo Egipto, República de Sudáfrica, Túnez y Marruecos los que poseen casi el total de dicha actividad. El resultado es que África es el continente más pobre del planeta: su PBI representa tan solo el 2,6% del total mundial . Más del 50% de la población o 350 millones de personas viven con menos de un dólar cada día. África paga cerca de $20 000 millones en pagos de deuda cada año, y es en este punto que debo hacer una crítica a las ayudas extranjeras que llegan al continente africano puesto que en vez de hacer bien por el contrario hacen más daño; África recibe cada año US$50.000 millones en asistencia internacional , pero sin embargo, esto ha empobrecido más a los países,  los ha endeudado más, los ha hecho más propensos a la inflación, ha reducido el atractivo para la inversión y ha aumentado el riesgo de conflictos civiles. Esta ayuda exterior se transforma en deuda, que se paga a expensas de la educación y los servicios médicos africanos. Aún cuando se termina de pagar una deuda, los países vuelven a pedir más ayuda. La asistencia ha estado afectada por la corrupción, y los flujos de capital han acabado beneficiando a las burocracias gubernamentales. La corrupción le cuesta a África 150 millones de dólares al año. El flujo de capital ayuda a que los gobiernos ineficientes sigan en el poder, ya que el presidente no tiene que hacer nada pues la ayuda sigue llegando, siempre y cuando pague al ejército. No tiene que subir los impuestos, ni preocuparse del descontento de los ciudadanos ni de la representación de estos. Además la ayuda alimentaria que compra comida cultivada en Estados Unidos quiebra a los agricultores locales africanos. Se ha hecho poco para ayudar a los agricultores y se gastan millones de dólares en el programa de ayuda.
Sin embargo y pese a las condiciones antes mencionadas, África es un continente con gente pujante y emprendedora que ya no desea esperar a que el gobierno actúe por ellos, son gente con espíritu vivo que impulsa el desarrollo de los mercados de consumo y potencia el progreso a largo plazo. Además el progreso de los países africanos se evidencia en las mejoras que han tenido para hacer negocios, una mejor administración, la profundización de la democracia y los indicios de reducciones de las barreras arancelarias, esto ha llevado a que el entorno económico de África  a pesar de las guerras y adversidades sea el mejor de los últimos treinta años y avance solo en dirección positiva.
Uno de los casos de éxito y empuje africano que mas me llamó la atención fue el de la empresa  de Herman Mashaba Black like me en Sudáfrica, puesto que aunque estuvo a punto de la quiebra se reconstruyó desde cero y ahora es una empresa que distribuye sus productos por toda África y el Reino Unido, lo que demuestra el espíritu de lucha y no derrota de los hombres africanos.  
En cuanto al comercio de los países africanos con el mundo podemos encontrar entre sus principales socios a la China que está presente en países con grandes recursos, como petróleo, en Angola, que es su principal proveedor, y en otros países como son Guinea Ecuatorial, Nigeria, Chad, Sudán, Gabón, Zambia y República Democrática del Congo, estos dos últimos países productores de minerales.
Después de Estados Unidos y de la Unión Europea, China es el tercer socio más importante del continente africano, con inversiones e industrias de la construcción que están haciendo rutas, represas, viviendas, hospitales, y en la explotación de hidrocarburos y minerales. Podría creer que el interés que tiene Estados Unidos  en África es debido a su petróleo, y nada raro sería teniendo en cuenta sus antecedentes bélicos con países del medio oriente.
En mi opinión y a manera de conclusión y como dice un apartado en el libro, hay que conocer las oportunidades que están inmersas en las dificultades del sistema económico y político del continente africano, porque África no es solo guerra y desnutrición, es un conjunto de países llenos de gente emprendedora y con arranque que quieren hacerle frente a su difícil situación. Definitivamente mi percepción del continente ha cambiado porque su futuro es optimista. 





[2]  Atlas Mundial Clarín del estudiante (2009),p11 del Tomo 11 (África, segunda parte), ISBN 978-987-07-0685-4
[3] Por qué la ayuda internacional hace más daño que bien a África- The Wall Street Journal: http://online.wsj.com/article/SB123835814995466969.html?mod=2_1362_middlebox

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